martes, 10 de marzo de 2009

Masticar de pupilas violadas




Masticar de pupilas violadas



Usurpa el desdén
del instante,
un cenicero frío, opaco,
gastado y vacío;
- prende sus uñas erectas -
crispando de reflejos
desolados mis capas.

Me abrazaré
deshilvanando el hueco
entre mis labios ajados;
entre mis piernas;
praderas hechas pavimento.

Se hace trizas la frigidez
encapsulada de los muros

y el esmalte que rogó
en mis párpados
no ser migraña
de sus umbríos celos.

Se chistó en su mueca.

**********

-Te perdiste
en el vuelco de los miedos-
escurriéndome el sin fin
de poros.
Irguiendo la danza
de un gorrión eremita
que soñando
fue atrapado
en la bóveda carcelaria
de los instintos.

Se erizó
el incierto músculo
en las órbitas de un paladar
hecho para masticar su pulpa
y escupir su coraza
áspera de nudos,
de sueños.

**********

Retorciendo el ombligo
de un luto que aferré
a mi costilla,
palpitando el subsuelo
de su sabor hipnótico.

Se ha adosado
la hipotermia en la lágrima.
Y la paranoia en sus sombras,

incubó el desierto
de sus dientes cortando
la piel de mi insomnio.

Lloviendo ecos sin refugios.

Escarbando amnesias.

Emancipando el musitar
que agonizó sin nacer.

Mientras escalando
la orbe empañada de cristal,
marchita el aire
que sostenía los rebotes
de mis pestañas.
Violando el silbido
de los glóbulos pardos
en mi muñeca.

**********

Se desató la sábana
en hematomas
sobre mis clavículas;
- prendió un cigarrillo -
con una palmada
en mi mejilla anémica,
buscando complicidad
en mis anoréxicas pupilas.